La casa en planta baja típica mallorquina tiene una superficie de 103 metros cuadrados, distribuidos en una sola planta. La disposición de la vivienda incluye 3 habitaciones, una entrada, un salón, una sala de estar y una cocina. Esta distribución proporciona comodidad y funcionalidad en un mismo nivel.

La joya de la propiedad es una amplia terraza en la misma planta, desde la cual se pueden disfrutar de vistas inigualables a la sierra Tramuntana, el Puig de Santa Magdalena,  Caimari y el encantador pueblo de Moscari. Las vistas panorámicas desde esta terraza ofrecen un escenario privilegiado y tranquilo.

Una característica única de esta casa es la posibilidad de elevar su altura hasta 12 metros, lo que brinda la oportunidad de realizar diversas modificaciones y mejoras, permitiendo una gran flexibilidad en el diseño y la funcionalidad de la vivienda.

La terraza se presenta como un espacio versátil y accesible, ofreciendo dos puntos de entrada estratégicos. Puede accederse a este encantador espacio al aire libre tanto desde la cocina como desde el acogedor salón. Esta conveniente disposición brinda flexibilidad y facilita el flujo entre áreas, permitiendo a los residentes y visitantes disfrutar de la terraza de manera cómoda y sin esfuerzo, ya sea para disfrutar de una comida al aire libre desde la cocina o relajarse en el salón con acceso directo a este oasis al aire libre. Desde la terraza, se puede descender a una parte del solar donde se encuentra un amplio "safareig" que podría transformarse en una piscina, añadiendo un toque refrescante al espacio exterior. Además, desde esta área, se accede a un extenso terreno de aproximadamente 300 metros cuadrados, que incluye árboles frutales, proporcionando un entorno natural y agradable.

En la sección correspondiente a los 300 metros cuadrados, se ofrece la posibilidad de construir un encantador porche y una funcional área de barbacoa, brindando así un espacio al aire libre ideal para relajarse y disfrutar de momentos agradables con amigos y familiares.

Además, la casa está equipada con una cisterna de agua de lluvia, lo que permite una gestión sostenible de los recursos hídricos. Esta innovadora característica no solo contribuye al cuidado del medio ambiente, sino que también proporciona una fuente adicional de agua para regar, asegurando un jardín exuberante y bien cuidado.

La parte inferior de la casa, actualmente utilizada como trastero, tiene las mismas dimensiones que la primera planta, ofreciendo la posibilidad de convertirla en otra área habitable. Esta versatilidad permite aprovechar al máximo el espacio disponible y personalizar la vivienda según las necesidades y gustos individuales.

En resumen, esta casa en planta baja ofrece no solo comodidad y encanto típicos de la arquitectura mallorquina, sino también la oportunidad de expandirse verticalmente y aprovechar al máximo el espacio exterior, creando un hogar único y adaptable.